Si bien la historia como tal luce interesante, el guión (cargado de diálogos torpes para explicar lo que la imagen no puede), no aclara nada y todo parece más farragoso en la medida en que la trama llega a su tercer tercio en el metraje. Así que esta fallida película, si bien no supone un paso atrás en Russel Crowe y Mark Whalberg, es un film para olvidar a pesar de su tono denso y oscuro.
Si en algún momento uno sigue la trama con cierto interés, es debido al perosnaje de Whalberg, quien luce transparente de cara al espectador y nada más. Film (y lo reitero) para olvidar y punto.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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