domingo, 27 de enero de 2013

'A Late Quartet', con Philip Seymour Hoffman, Christopher Walken y Catherine Keener.



Hermoso film de Yaron Ziberman, que no es otra cosa que la metáfora de los posibles senderos que transita el ser humano. Para desarrollar esta idea, un cuarteto de cuerda de veteranos ( a excepción de Juliette Gelbart), son los impulsores de una serie de situaciones  con la idea que "el tiempo es irredimible" (si aceptamos que la vida es como la música), y según concepto de T.S. Eliot ante los últimos cuartetos de Bethoven.

Con base  en lo anterior, estamos pues ubicados en un flash back ante la vida de cuatro  músicos (con la caracterización de Christopher Walken, magistral), quienes al borde no de "un ataque de nervios", si no de lo inevitable de la vida, cuando uno de ellos decide abandonar el cuarteto por su enfermedad; surgen los conflictos relativos a los egos. A fin de cuentas, los personajes desarrollan sus propósitos con énfasis amoroso (y sin mucha filosofía) a lo que realmente les hace feliz, aunque sea por última vez (idea  a imitar por aquellos, quienes siempre piensan que la vida es complicada): Por supuesto que lo es, pero vale la pena vivirla, me refiero a la "vida".

Gonzalo Restrepo Sánchez
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