Estonia es hoy día una República Democrática, que pertenece a la Unión Europea desde el 2004. Un país que sin tradición cinematográfica, su director Asko Kase cuenta de forma sobria, sin sobresaltos en la intriga principal y a través de la mirada de una joven pareja (Tanel y Ana), cómo una quimera de unos puñados de estonios, por la prisa quizá, trata de alcanzar metas políticas a través de una revuelta.
Historia que si bien se ha repetido en otros Estados del mundo, no deja de ser interesante. Con una puesta en escena sin complicaciones aunque a veces alejada de los intereses de una pareja como Tanel y Ana (Liisi Koikson, una actriz a seguir), el film resulta válido en los ideales de quienes creen lograrlo todo. Algunos encuentran la muerte en ello, terceros se rinden. Otros: ¡Toda una vida para contarlo!