martes, 4 de diciembre de 2018

The Possession of Hannah Grace



“Cadáver” de entrada llena al espectador de sobresaltos. Ahora, si bien no aporta nada nuevo al género, al menos, asusta aquellos espectadores que visitan la sala de cine, solo para eso (morderse las uñas).


Y es que si existe un género vivito y coleando es el género del terror. Si bien todos sabemos que nada es real (aunque otros piensan lo contrario), la idea es asustarse. Como si la vida misma, no fuera a veces un género de “terror”.
La noción que salta a la vista de esta cinta, es un sentimiento de claustrofobia. Crea del terror y el hacer del funesto depósito de cadáveres, escenario de su trama, resultando un reflejo perfecto al género cinematográfico y al terror mismo.
La idea es que la morgue, en la cual yace un cuerpo poseído, mutante y diverso, hostigue (hasta límites inesperados y frenéticos) a la sufrida protagonista, para sentir en carne propia la falta de aliento en ese espacio, que no es otra cosa que la misma sala de cine.
Para la cinta colombiana, habrá que esperar el 25 de diciembre, para reír un poco forzado (al menos). Al menos es la fórmula que le funciona a Dago García (mucho paseos y que mueven la taquilla sin rodeo alguno).
Gonzalo Restrepo Sánchez
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domingo, 2 de diciembre de 2018

ROBIN HOOD 2018



Sobre el tema de Robin Hood ha habido muchas versiones en el cine (y desde que el cine es cine). En esta oportunidad, su cineasta Otto bathurst ha puesto en escena, una de las peores sobre el personaje de marras.


Muy poco que rescatar de esta cinta, que más que recrear un argumento sólido, se encarga de llevar a la época de Robin, los aspavientos de situaciones y vivencias del presente siglo, donde nadie cree lo que realmente ve. Esta es la segunda franquicia que se aposta sobre los hombros del actor Taron Egerton (estrella de la saga “Kingsman”).

Para ser ecuánimes, cuando se trata de algo tan adaptado, pero lleno de clichés como en este Robin Hood del siglo XXI,  no aporta nada nuevo y arruina toda posibilidad de éxito. Y es que a pesar de toda su ambición estilística y sus bríos por hacer referencia a inquietudes modernas (la diatriba anteislámica del Sheriff de Nottingham), Robin Hood cae estrepitosamente debido a una distancia de lógica interna en la trama.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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martes, 27 de noviembre de 2018

Mary Shelley



La cineasta saudí  Haifaa Al-Mansour narra con distinción, ritmo y vigor la inflexible voluntad de Mary Shelley (Elle Fanning, actriz con un futuro brillante) en no sucumbir en su época, a la decisión de sus deseos más profundos: el de escribir.


De manera que estamos ante un personaje como Mary Shelley y una historia sobre la famosa mujer que concibió al doctor Frankenstein y a su “criatura”. Con un paisaje remoto como las altas tierras de Escocia (aunque el filme de desarrolla en su casi totalidad en interiores), esta hermosa mujer de 16 años llamada Mary Godwin, que ambiciona y traza sus vacilaciones sobre todo lo establecido, plantea a modo de paralelismo entre su vida y la de la “criatura” la necesidad de un descreimiento y cierta insurrección vocacional en un universo machista.
En el conservador Londres del siglo XIX, hallando obstáculos para lograr publicar su primera novela, Frankenstein o el moderno Prometeo (1818), Mary lucha para que se reconociese su autoría y asimismo su condición de mujer. Y es que además, todos los personajes en la cinta, son culpables de sus propias necesidades y deseos: el alcoholizado esposo de Mary, Shelley, su apesadumbrada hermana, el triste doctor Polidori (quien realmente escribió “El vampiro”) y el canalla lord Byron.  
La distinción de la fotografía de David Ungaro y la partitura musical de Amelia Warner, insinuante y próxima al personaje, favorecen a que Mary Shelley logre una personal atmósfera, y marca cierta diferencia de otros biopics. Y es que la directora ha tenido la inteligencia que ese mensaje de libertad y lucha de la mujer contra las leyes establecidas y las ideas retrógradas de una sociedad machista, sirvan para dos cosas. Su tortuoso proceso creativo de Frankenstein y que la mujer merece tener su posición en la sociedad.
Gonzalo Restrepo Sánchez

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viernes, 23 de noviembre de 2018

First Man



Seis veces viajó el hombre a la luna y en esta oportunidad la película en nuestra cartelera local, muestra cómo fue esa primera ocasión, donde el astronauta Neil Armstrong (interpretado por Ryan Gosling) fue el primero. Y es que tomando esta premisa, la historia se centra en el personaje.


Vale la pena reseñar que su director es Damien Chazelle, recordado por su entrañable filme “La La Land”: Si bien son dos temas diferentes respecto a su reciente película, se puede señalar que es un excelente director y en esta oportunidad en una reveladora significación de la realidad, todos concluimos que esta primera experiencias del viaje a la luna, no era para nada sencilla y agradable (se desafiaba a la muerte).
Sin cometer spoiler alguno y empezando un poco por el final en el análisis de esta cinta, se puede concluir que si algo motivó a Neil, el terco deseo de continuar con un programa espacial más bien peligroso para su vida, era precisamente la ausencia de su primera hija, quien siendo todavía una bebé, había dejado de existir. Quizá solo así, con esta premisa, entendemos el héroe en toda su magnificencia.
Además, a pesar de ser un personaje a veces sobrio sobre sus ideas y pensamientos, el grado de empatía es absoluto, hasta el punto de convertirse en una seria tortura para el espectador, ante su serena decisión sobre su propósito en la vida (el viaje a la luna) y que vamos observando a lo largo del metraje. Cada una de las acciones de Neil estará dotada de esa disposición bondadosa inherente al personaje; incluso en el desenlace ya consabido por casi todos.
La película cargada de ansiedad y con un guion, de Josh Singer ("The Post", Spotlight), si bien plantea algunos aspectos biográficos del astronauta, el drama en su más pura expresión adolece, y todos creemos que estamos ante un héroe fuera de serie, y que el cineasta no lo eleva a exagerada exaltación en su tratamiento cinematográfico, como ocurre en otro tipo de filmes de esta naturaleza.
Y es que conocer lo que pasa en la mente del hombre enfrentado a la larga a la nada (siempre vemos el rostro de Neil) y sus mutismos y esos silencios en el espacio, dan la categoría de un manejo excelente del lenguaje y una puesta en escena ejemplar. Y es que, sin una lectura metafórica del filme, se puede concluir sobre la importancia del guion, donde se evidencia los estados de ánimo de los personajes.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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miércoles, 21 de noviembre de 2018

'The Favorite' filme de género con el triángulo amoroso más escandaloso de 2018



Aquí tenemos el tráiler de la que promete ser una de las películas más fascinantes del año. Después de las raras y estimulantes 'Langosta' y 'El sacrificio de un ciervo sagrado', Yorgos Lanthimos vuelve con su primer drama de época, titulado 'The Favourite'. El adelanto deja claro que el cineasta griego quiere asombrarnos con la belleza y la locura de su nuevo trabajo.



Olivia Colman, Rachel Weisz (ambas colaboraron ya con Lanthimos en 'Langosta') y Emma Stone protagonizan esta historia ambientada en Inglaterra a principios del siglo XVIII. Se centra en dos mujeres que compiten por ser la consejera de la Reina Ana de Gran Bretaña, Duquesa de Marlborough, cuando ésta comienza a sufrir problemas de salud y pérdida de sus facultades mentales...
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martes, 20 de noviembre de 2018

Upgrade



No es nada nuevo que el cine de ciencia ficción esté pasado por un gran momento, y si se le añade los ingredientes del thriller, pues hay un verdadero terremoto emocional y esto es lo que sucede con el distópico filme australiano “Upgrade”.


Cargado de todos los horrores posibles, en un viaje frenético de un hombre en busca de venganza, donde su cineasta Leigh Whannell (“Terminator” y “Robocop” y veterano de las franquicias “Saw” e “Insidious”) y tal como lo describe The Hollywood Reporter: “con una infusión de sus conocidos tropos de ciencia ficción distópicos con estilo gonzo”, logra una cinta ajustada a los tiempos que vivimos de algún modo cibernético.
Este thriller de venganza futurista, gira en torno al personaje llamado Gray Trace (Logan Marshall-Green), un mecánico de autos y muy enamorado de su esposa Asha (Melanie Vallejo), que ha provisto su casa con tecnología de punta y de pronto todo resulta en vano.
Pues bien, esta es una historia que  no se queda en un inquieto thriller de serie B y vacío. Por el contario, va ganando fuelle a medida que se van descubriendo las claves de un misterio que, en último ruego, se revela como un viaje frenético y a tope.
Podría haber sido suficiente algunas escenas, pero no, su director logra decir lo que quiere en un físico, severo, robótico y cinético del actor y sobre todo en las escenas en las que STEM se apodera del cuerpo de su personaje. ¡No me imagino un futuro así!

Gonzalo Restrepo Sánchez
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Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald


Evocando quizás la tradición de la literatura clásica británica de fantasía, con sus algarabías y universos propios, directos al convencionalismo, en la línea de Jonathan Swift, Lewis Carroll, Tolkien, etc. J. K. Rowling moldea así su creatividad.


De todas formas, el filme presume la segunda entrega (serán cinco filmes), tras la genial, pero algo pesada “Animales fantásticos y dónde encontrarlo” (David Yates, 2016). Estas películas (hay que reconocerlo) son realizadas para sus seguidores, con sus señas, sus mensajes y hasta ciertas invenciones sociales, más allá de las propias historias.
Con el fabuloso virtuosismo que han rebasado los efectos digitales en pleno siglo XXI, el filme tiene por un lado, un arranque con huida del villano Grindelwald (Johnny Depp) en una carreta fantasma, pero por otro, al zoólogo de bestias irreales Newt Scamander (Eddie Redmayne) en su estado puro, llamando la atención su absoluta apuesta por un cine de estilo.
Una pieza que bien pudo ser de suspense y remitirnos un poco al cine negro clásico (atestado de personajes ambiguos)  y que dejan ver manifiestamente sus verdaderos planes, esgrimiendo atmósferas seductoras y una puesta en escena cargada de efectos especiales.
De todas formas, Albus Dumbledore (Jude Law) recluta a su antiguo estudiante Newt Scamander, quien accede a prestar su ayuda. Hasta ahora se creía que Dumbledore tenía solamente dos hermanos. Algo a tener presente en esta historia y hablando de Dumbledore, es que era un Obscurial (un joven mago que ha desarrollado un Obscurus, como resultado de haber suprimido su magia a través de abusos psicológicos o físicos, generalmente por temor a ser perseguidos por muggles). “Cuando un Obscurial sobrepasa su límite emocional, pierde su control sobre el Obscurus, y lo libera como un viento destructivo invisible, o casi invisible, o puede transformarse físicamente en él”.
Desde las primeras y selectas representaciones pictóricas, con esas imágenes arquitectónicas de París y Londres, adornadas con sus características luces y atmósferas de la época, mientras se escucha la música compuesta para el momento por James Newton Howard, ambos conceptos logran que, el espectador esté atento de una función que, en principio, promete mucho más de lo que acaba dando, resultando destacable el modo en que se presenta a los protagonistas, a pesar de sus diferentes caracteres.
De manera que sin necesidad de cometer spoilers, pienso que la película de Yates  se alarga más de la cuenta y la secuela genera un cierto letargo del que casi no salimos bien librados.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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