“Blue Beetle” es una adaptación de un cómic de DC que
se estrenó en 2006 (dos personificaciones anteriores del personaje de Blue
Beetle surgieron en 1939 y 1964), y tal como lo imaginaron su director Ángel
Manuel Soto y el guionista Gareth Dunnet-Alcocer, el engreimiento esencial de “Blue
Beetle” como película se corresponde con lo extravagantemente procedente que
es: La mocedad de ojos acuosos de Jaime Reyes, y la modo en que se "contagia"
con un escarabajo.
Sin querer imitar a otros superhéroes, este es un
filme mexicano que en términos generales se deja ver, es gracioso por momentos
y cumple con ciertos clichés del género. Y lo que la hace no verla precisamente
como un producto de la industria cinematográfica de Hollywood, son sus diálogos
y el uso del spanglish y la divergencia cultural; que hacen que los momentos
cómicos de “Blue Beetle” confieran a esta producción mexicana, la película de superhéroes
más entretenida del año hasta la fecha. Además, la música (como el bolero) y la
evocación de un personaje como Chispirito enclavado en el corazón de todo
mexicano.
La historia apenas podría ser más sencilla —sin tantas
subtramas—. Jaime Reyes (Xolo Maridueña), un joven universitario regresa a
Palmera City, su ciudad natal —futurista— con su familia (inmigrantes latinos),
solo para revelar que no tiene perspectivas —y una familia arruinada y a punto
de perder su hogar—. Vale destacar en este filme a la actriz mexicana, la
pragmática mamá Rocío (Elpidia Carrillo), que confiere al filme esa parte de
desparpajo que otorga una vez a este filme, su impronta de mexicano. Pero también el resto de actores nos hace
pensar que estamos frente a una familia mexicana (los Reyes).
Respecto a la villana del filme, la actriz
norteamericana Susan Sarandon, quizá sea su punto más indolente, pues no deja de
ser esa “mala” que hemos observado decenas de veces antes, y con el hándicap de
que su personaje y sus secuaces no destacan en absolutamente nada que no sea imitar
al contrario característico del género.
Si bien, podríamos pensar que este tipo de cine está
cada día agotándose al máximo, títulos que podemos identificar señalan que sí. Entiéndase “The Flash” y “Ant-Man
and the Wasp: Quantumania”. El mega éxito de “Guardianes de la
Galaxia Vol. 3” y “Spider-Man: Across the Spider-Verse”. De todas formas,
hay
itinerarios en pantalla de que la audiencia de películas de superhéroes —aunque
sigue siendo extensa—, podría estar entrando en la zona de confort.
Ahora,
todo este tipo de cine, tiene ya otro atractivo muy interesante, y es cuando se
convierte en engranaje de un multiverso. Pero por otro lado, es dificultoso
escapar del sobresalto de que las películas de superhéroes se han vuelto casi
que terminalmente saturadas de esa presunción: el destino del cosmos parece
depender de casi todos ellos.
A
modo de conclusión. “Blue Beetle” parece estar aferrada en algún lugar entre lo
que se conoce como el DCEU (una franquicia para filmes más oscuros y valientes
del Universo amplio del DC) y el DCU (es decir, franquicia mediática
estadounidense y un universo compartido basado en personajes de las
publicaciones de DC Comics). No obstante, al igual que la comunidad que
representa, la película se destaca por sí sola, presumiendo con vanidad y en
voz alta sus raíces mexicoamericanas, y dejando espacio para una legitimidad
que enaltece una historia de origen un tanto familiar al crear su propia
identidad tan mexicoamericana.