jueves, 11 de mayo de 2023

Invitation to a murder

 

Este thriller es bien sencillo de abordar y lo primero que salta a la vista es Miranda Green (Mischa Barton) como una versión más joven de Miss Marple de Agatha Christie. Una agradable florista de treinta y tantos años. Una mujer que encanta jugar a la detective aficionada, ya que posee un gran conjunto de habilidades de observación.

Película dirigida por Stephen Shimek, quien ha dirigido varios géneros, lo que no permite encasillarlo. Desde películas familiares, hasta thrillers de terror en los últimos 14 años. “Invitation to a Murder” se mueve inicialmente a un ritmo agradable, y a modo de comedia negra, también, se mueve por los pasillos de sus tics cinematográficos, que no dejan de evocar otros filmes y autores cargados de verdadera intención y sin tanto enredo dramático.

La película sin ser mucho, se deja ver y todo resulta creíble, pues el guion ofrece la garantía de las pesquisas en Miranda, y  aunque no sea tan radical en sus juicios, ni osada como podría serlo, sería un error concebirla como tal. Mi argumento es la narrativa del filme que se impregna de cuestiones obvias, mientras reparte meditaciones a través de un diálogo veloz y sin dejar argumento agudo. Todo ello, sin perder de vista la apetecible reconstrucción que su director hace de una época, un cine y unos mitos que sin lugar a dudas, lleva inscritos en el corazón.

Qué se puede concluir. Que “Invitación a un asesinato” sigue ese consejo del cine negro al tomar en serio el asunto, pero nunca en sí mismo. El guión de Brian O'Donnell, por otro lado, deja despejado el camino a un final abierto por Miranda —creando eso sí— una atmósfera atractiva en la que florece la idea de seguir esperando otra aventura de la joven Miranda Green, quien deberá enfrentarse a otros misteriosos asesinatos.