El largometraje contó con la participación de las cineastas colombianas
Viviana Gómez Echeverry y Sonia Barrera Gutiérrez.
La película basada fundamentalmente en Sudáfrica (todo
lo que acarró el apartheid, y los personajes, Mandela, etc.), tiene la
particularidad que en tono poético nos revela una serie de secuencias que
contrastadas a través del montaje, dan otro punto de vista a toda esta
temática.
Si algo fluye sin aburrimiento es el sentido y mirada
de un chaval sobre su entorno. Y es que la película relata cómo en 1992 en Sudáfrica,
Milisuthando goza de su infancia resguardada en la República de Transkei. Y es
que el personaje [que nos aprisiona] no tiene idea de la inminente calamidad
racial más allá de su villa natal.
Cuando en Transkei se resuelve por el fin ese “sistema
racista del apartheid”, Milisuthando, pertenece a la primera generación de
niños negros que acude a las escuelas que, inicialmente eran ‘sólo para
blancos’. 25 años después, Milisuthando se interpela por qué Sudáfrica parece
estar regresando a su aterrador pasado étnico.
Por lo demás [y es la lección que nos deja], una
mirada nada teórica y que a través de
una subjetivación de un personaje [niño], se pueden aportar ideas sobre el
contorno social sudafricano. La película del mismo modo, aborda sin interés
alguno, que las hipótesis de la “construcción de las naciones” ponen de relieve
el carácter global de la metamorfosis en ese seno de entidades y realidades
políticas más desarrolladas. Una vez más, los inconvenientes étnicos pueden ser
calificados como obstáculos, pero hay que seguir para adelante pese a que
ciertos conflictos no dejan avanzar a lo deseado para una paz total.
El
término de “conflicto étnico” abarca hoy en día una amplia gama de situaciones.
De hecho, puede sostenerse que el conflicto étnico en sí no existe. Lo que sí
existe son conflictos sociales, políticos y económicos entre grupos de personas
que se identifican mutuamente según criterios étnicos: color, raza, religión,
idioma, origen nacional (Stavenhagen, 1991).
Excelente
documental pues, que entre una puesta en escena con personajes e imágenes
archivo sobre esa Sudáfrica tan sufrida, nos deja la sensación que pareciese
todo sigue igual.