Siendo breve este un filme para muchas lecciones y sobre todo
a aquellos quienes empiezan. Una vez más me recuenda la sentencia de recordar a
Francís Lawrence: “Cuánto más visual sea un filme, mejor”.
Del cineasta Malle se aprende mucho y este film “Adiós a los
muchachos”, son pocas las películas modernas tan pulcramente redondas como esta
pequeña joya de perspicacia e ingenuidad, una película custodiadamente
autobiográfica de un episodio de la niñez del director, Louis Malle, en el
París ocupado por los nazis. Yo aprendí que no existe la amistad, si no
momentos de amistad.
Gonzalo
Restrepo Sánchez
Visite.www.elcinesinirmaslejos.com.co