Se denomina «Deus Ex Machina» a toda trama que se resuelve a través de un
elemento, personaje o fuerza externa que no haya sido mencionado con
anterioridad y nada tenga que ver con los personajes ni la lógica interna de la
historia. Pues bien esto es lo ocurre en más de una oportunidad en este
fallido filme de Emmerich.
Todo se parece a todo lo relacionado este tema y sus
predecesoras. Lo único rescatable es su diseño visual. Por lo demás una historia carente de
imaginación en su argumento (que lo pudo haber tenido) y unos personajes
desteñidos para rematar. Además algunas situaciones rayan en lo ripículo.
Que nada, si bien esperamos una secuela más, por lo pronto
lamentar esta puesta en escena que ni un novato se atrevería a realizar, pues es
tan infantil en algunas situaciones de lenguaje que evidencia su carga de
chiches.
Gonzalo Restrepo Sánchez
Visite: www.elcinesinirmaslejos.com.co