Esta cinta en realidad
resulta plúmbea a pesar del personaje. Pienso que ello es así debido a su
kilometraje de diálogos, y el pensamiento de la importante mujer, ex amante de
Heiddegger. No es que deje de ser interesante visionar esta cinta. ¡No! es que
el filme se centra más en qué piensa la filosofa, que su propio aspaviento
acerca de las cosas de la vida alemana (y judía) amén de sus enemigos y de ella
misma.
La filósofa, periodista,
judía y exiliada en los Estados Unidos, cuando, tras ser enviada a Jerusalén
por la prestigiosa «The New Yorker» para cubrir un tremendo episodio de la
historia mundial, publica el extensísimo artículo titulado «Informe sobre la
banalización del mal». Desde entonces, tuvo que asimilar a vivir envuelta en la
gigantesca discusión que el texto provocaría.
Von Trotta pues recrea
aspectos interesantes del asunto, pero a veces resulta insoportable de tanto
juicio y palabras, palabras y palabras. En el cine las reglas están para
ignorarlas, pero a veces (digo a veces) es mejor seguirlas en su explicación
audiovisual.
Gonzalo Restrepo
Sánchez
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