Con una cámara a la que
le faltó más pulso dramático, esta es una experiencia anodina desde el punto de
vista de las emociones. Si bien Redford lucha por sacar adelante su personaje,
algo le faltó a esta historia.
La película naufraga,
pues el ritmo no mantiene su formato de lo inesperado, sino más bien de esperar
a que un señor en alta mar se muera o logre sobrevivir. Si bien la sorpresa
pudo haber sido algo importante, no hay indicios que la historia resulte carismática.
Muy poco que rescatar d
esta cinta, que por su mediocridad, pasará a la historia de ser el film en
tiempos de sonido, con menos diálogos (aunque sea con uno mismo). Filme para olvidar.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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