Desde un punto de vista
coloquial podemos escribir, que todavía no he visto una película mala donde
actúe Tom Hanks. Desde un punto de vista cinéfilo podríamos escribir que es la
gran película de Paul Greengrass (la
saga de los Bourne, Green Zone, etc.).
Podemos señalar pues
sin temor a equivocarnos, que el cineasta con su estilo característico en la
acción, el suspenso y con ribetes de thriller, en esta oportunidad también nos
habla pero sin trasfondo político, sobre un hecho real donde un barco norteamericano
es atacado por piratas somalíes en alta mar.
Con cámara firme, el
cineasta desglosa la tranquilidad y desasosiego de una historia en alta mar,
aunque parezca que el espacio pronto desespere y falte el aire. Las historias
en alta mar para el cine, no siempre han salido bien libradas en este sentido.
Las escenas en el
último tercio de la película “Capitán Phillips”, centellean los disimulados
propósitos de todos aquellos (buenos y malos) quienes, formando parte de un
conflicto en alta mar, no revelan posiciones finales moralistas. En este
sentido que mucho tienen que ver con intereses particulares del cineasta,
brillan por su ausencia.
Película por tanto
prácticamente perfecta, donde el ritmo, el tono y el montaje en sus más altas
significaciones espacio temporales, nunca nos aleja del Capitán Phillips, un
Tom Hanks que nunca nos remite a ninguno de sus personajes llevados al cine. En
este contexto de los personajes del film, todos lucen naturales hasta su máxima
expresión (los bárbaros somalíes).
Film pues que habla
también, si lo queremos ver así, de la supervivencia y donde asimismo, todo en
arriesgar un poco; cuando al fin de cuentas todo indicar que no hay escape.
¿Película con “olor a Oscar”? Pues no le extrañe, es un trabajo que lo merece
por su gramática cinematográfica.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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