sábado, 29 de junio de 2013

World War Z



El antónimo de utopía es distopía, donde la realidad transcurre en términos opuestos a los de una sociedad ideal. El término se usa principalmente para hacer referencia a una sociedad ficticia frecuentemente emplazada en el futuro cercano, en donde las tendencias sociales se llevan a extremos apocalípticos.

Lo anterior es bueno explicarlo, ya que “Guerra Mundial Z”, del cineasta Marc Forster tiene una trama en un universo distópico. Esto es un mundo (casi) sin salida y de destrucción del ser humano. Para ello, el relato, y a través del experto investigador de las Naciones Unidas Gerry Lane (Brad Pitt) intentará evitar lo que podría ser el fin de la civilización en una carrera contra el tiempo y el destino.

Sin apartarnos de lo anterior, el film basado en el libro escrito por Max Brooks (el hijo de Mel Brooks), se mueve entre el cine de terror y la intriga, en una acción trepidante, sin traspasar al género gore, y que no deja respirar al espectador.

Enfatizando que el señor Gerry Lane nos cae bien, esto resulta  importante, pues dilucida en la mente del asistente a la sala de cine, el imaginario colectivo del héroe al que no tiene que pasarle nada. En el asunto del guión, si bien las transiciones y enlaces son atrevidas al pasar de un tiempo y espacio a otro tiempo y espacio, el espectador siempre hilvanará en su mente, como se podrá salvar al planeta de semejante amenaza, aunque también podría ser una crítica a los protocolos internacionales cuando de pandemias se trata.

Este asunto de los zombis (no muertos), ya fue llevado al cine por primera vez (y es bueno recordarlo) en “White Zombie”, en 1932). Claro que el cineasta más recordado por este subgénero del cine de zombis es George Romero.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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