Esta
película, inspirada en la novela homónima de Patricia Higsmith, nos relata cómo
durante un viaje en tren, Guy, un joven campeón de tenis (Farley Granger), es
abordado por un extraño para proponer lo impensado.
Así
que el suspenso arranca desde el primer tercio de la trama y en el momento en
que ocurre un crimen y, las voces interiores de los personajes involucrados en
el asunto, no dejan de interrogarse. Si
bien la parte moral de Guy prioriza en los razonamientos de la conducta de
todos, ya que no es una mente asesina, el film tiene una validez enorme en el
manejo de los conflictos interiores, amén de un suspenso que abarca el querer
saber la decisión en última instancia del joven y aludido tenista.
Historia
pues muy a lo Hitchcock, que sumado a su relato visual, nos presenta una obra
llena de matices en su estructura dramática, donde los actores trastabillan en
muy pocos momentos.
Gonzalo
Restrepo Sánchez
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