domingo, 24 de marzo de 2013

THE MASTER



Si bien este film no es un tratado sobre la cienciología, aborda algo de ella, aunque debo precisar que este plúmbeo (a veces) relato del cineasta Paul Thomas Arnderson, mas bien trata o abre una leyenda, sobre los dos personajes principales y sobre quienes recae la historia.

Por un lado Freddy Quell (Joaquín Phoenix), un loco, desquiciado, y borracho tipo, que más allá de buscarse así mismo, es la fiel copia de aquellos a quienes la vida nunca les sonrío; y por otro lado, Lancaster Dood (Fhilip Seymour Hoffman) un fundador de una secta, astuto y prototipo de aquellos tramposos que logran sus propósitos.

Particularmente es un film que no me parece esa obra maestra de la que habla algún sector de la crítica mundial, pues a mi juicio, y en mis humildes conceptos, aparte de resultar obvia la mirada acusadora del cineasta Anderson :Lancaster Dodd pierde los papeles a menudo aunque a veces se muestre como un no embaucador y Freddy insiste en sus propias terquedades; con “seducciones” metafísicas del uno para el otro; no sabemos si intima sobre los recovecos del alma (¿en busca de nada?), o si trata de pronto de un palimpsesto de "The Tree of Life", de Terrence Malick que nos “habla” sobre lo imponderable. 

Ahí está la confusión: o es retrato del alma o lo imponderable de la vida. Pero, de todas formas, hay algo en lo que coincido en el film y que escuchamos en los diálogos: la sonrisa es la distancia más corta entre dos personas (aunque sean así de jodidas como las de Freddy y Lancaster).

Gonzalo Restrepo Sánchez
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