Siempre esta novela de Charles Dickens tendrá tanta vigencia, que no será la última adaptación. Volviendo al film, y evitando comparaciones, vale la pena reseñar que el casting es acertado y que los sentimientos en cada momento de sus personajes, siempre nos arropan las ideas de quienes necesitan un mundo mejor para sus desarrollar sus propias intimidades.
Si bien el primer tercio luce lento y cargado de desasosiego a través del joven Pip y el vagabundo (benefactor), muy pronto la historia nos lleva a ese concepto ya conocido de la novela sobre el bildungsroman (novela de aprendizaje o formación). Para concluir podemos expresar que el film resulta bastante agradable, ya que se mantienen los elementos fundamentales de la obra con gran vigor, aunque los de turno cuestionen la adaptación.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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