domingo, 15 de julio de 2012

O´HORTEN



Dentro de lo desconocida que nos resulta en general la cinematografía noruega, el nombre de Bent Hamer empieza a ser tenido en cuenta. En esta oportunidad, el cineasta nos cuenta una historia agradable, pausada y sin stress alguno, sobre la vejez y sobre todo la soledad (muy bien visualizada en los planos y emplazamientos de cámara). Así de sencillo es esta experiencia cinematográfica, que recomiendo, pues el cine (así de sencillo), siempre nos habla de verdades.
Esta historia mínima de un señor maquinista de un tren que se jubila, deambula entre encuentros con las pequeñas cosas de la vida, sobre todo cuando se sabe que su futuro es no futuro. Visto así, el asunto, parece una historia triste, pero no, el personaje caracterizado por el actor Bård Owe, resulta bonachón y agradable. Todo un simbolismo sobre los tiempos de vejez que todo habitante de este planeta, deberá transitar. Por Gonzalo Restrepo Sánchez (film critic)