¡Un cuento chino! Como expresión así lanzada en nuestro medio hispano es una mentira. ¿Es este film una mentira? Si la vida te puede cambiar en un minuto, en un instante de la subsistencia, pues parece una invención en el sentido de lo que no esperas ni en sueño. Esto es el film.
Ahora, en lo cinematográfico sobresale la actuación de Ricardo Darín, un relato bien hecho, aunque pudo sobrellevar los acontecimientos sin menos trámite dramático. Pero, a veces pienso que el azar es así de entrometido, cuando no quiere que nos deshagamos de lo que no permite el cause normal de la vida que llevábamos.
Igual que en el film “El azar” de Krzysztof Kieslowski, “Un cuento chino” sin platicar aspectos metafísicos, creo que plantea la idea del azar como una alegoría de lo que no es necesario. Esa idea en el film, más allá de tropezar con alguien, coger o no coger un coche, etc., no reflexiona sobre la eventualidad, al menos no como motivo fundamental de la vida. Historia pues, si no original, tampoco cargada de énfasis en lo visual y auditivo, algo plana en sus emociones. Y es que a pesar de todo, la vida no es para tomársela tan en serio.
