lunes, 19 de marzo de 2012

MI SEMANA CON MARILYN

Pienso que cualquier hombre de cualquier generación, hubiera deseado pasar una semana con Marilyn Monroe. Si en esta historia (basada en un hecho real), el asunto se dio en el año de 1956: La joven actriz Marilyn Monroe (Michelle Williams, en una excelente caracterización) llega a Inglaterra para protagonizar con Sir Laurence Olivier (Kenneth Branagh) la película "El príncipe y la corista".



Colin Clark (Eddie Redmayne, a tener en cuenta en esta nueva y buena generación de actores), es un joven de 23 años, que consigue un trabajo como ayudante de producción y es testigo, además, del choque de egos y la tirante relación entre Olivier y Marilyn durante el rodaje.

En este contexto, esta historia (el cine dentro del cine), y dirigida por Simon Curtis está teñida en su relato de sobriedad, lo que permite más fidelidad a la época y aproximarnos a la psicología de un personaje, que envuelto en el aire del mito, por momentos (al igual que en “La rosa púrpura del Cairo”, nosotros, como espectadores, nos adentramos en la pantalla; o el personaje, en este caso Marilyn, sale de ella.