lunes, 14 de noviembre de 2011

JACK Y JILL

No creo que haya más “pedos” en la historia del cine, que en esta película de Sandler. Pero, al margen de esto, podemos decir que en general el film es pasable y que Al Pacino como él mismo, luce realmente divertido en sus momentos en la cinta.



Esta historia de mellizos, resaltada en clave de comedia, propone que no todos los mellos son compatibles, y que cuando el amor toca a la puerta, cada corazón (digo, neuronas), tiene sus propios códigos de aceptación o rechazo.

Sin ser esta una historia de enredos, concluimos que “muchas veces la escasa suerte de la feas, las mismas feas las desean”. Aunque para el caso de la cinta, nadie es feo ni bonito, todo depende del cristal con que se mira y es que todo resulta ser o no ser (Shakespeare- Pacino).