sábado, 22 de octubre de 2011

1911

Sin los entresijos de la revolución china, Jackie Chan (Huang Xing en el film y de pronto su mejor roll en el cine) se pone detrás de cámara para mostrar en una historia de lujo y algo larga en su metraje, lo que precedió (brevemente a la revolución) y los deseos de libertad de un bando que conquistó todo (escenas llenas de un verismo en la lucha armada entre bando (la dinastía Qing) y bando (las fuerzas nacionalistas dirigidos por Sun Yat-sen) y su propio dolor a luchar.



De todas formas es un excelente film que con unos primeros minutos llenos de acción a tope, la historia amerita la oportunidad de valorar los deseos de libertad en escenas cargadas de sangre, casuística y el arrullo de unas armas que transfieren el valor de un país cargado de matices culturas.