domingo, 19 de junio de 2011

Sin límites

Llena de acción y de aventuras, este film con alguna exageración en su ideología respecto a la capacidad del cerebro humano, plantea que, “todo lo es el cerebro”. Y que en contadas ocasiones y con buenas intenciones, se logra lo que se quiere y se evitan sobre todo los inconvenientes. Ya lo dijo Albert Einstein: “Los intelectuales resuelven los problemas, los genios los evitan”. Pero no “evitar por evitar”, me refiero aquí a la opción sináptica de innovar, si entendemos que creación es contradecir lo establecido.



Por lo demás, un Robert de Niro de escaso nivel participativo en la trama, pero que engalana este buen film para pensar: “que tal que todos pusiéramos a trabajar realmente nuestro cerebro”.