En este fallido film colombiano, la historia de un campesino llamado Salvador (quien decide levantarse muy temprano un domingo de elecciones), podemos analizar el mal uso de un adinatón, además, inadecuado para una alegoría (del griego “allegorein”), —un recurso estilístico muy usado en la Edad Media y el Barroco que consiste en representar en forma humana o como objeto una idea abstracta—, sobre los entresijos políticos de votos (muertos) para servidores a la patria.
El adynaton, los adynata o imposibilita encierran en sí una paradoja (“más allá de lo creíble”) y que podrían incluirse también dentro de la hipérbole, tiene como objetivo crear una atmósfera mágica o fantástica donde el mundo "está al revés". Es la mención de cosas imposibles, casi siempre en enumeraciones: ¿las del film? Véala y después charlamos.
Lo que sí está claro, es que los muertos, el político, la familia campesina, la mujer, el niño, el pueblo, la emisora local, el policía, el ladrón de bicicletas y la bicicleta sin su rueda,la pelea de los gallos etc., etc., no encierran dentro del significado, la paradoja (“más allá de lo creíble”) que debe llevar este tropo, en el contexto del relato del film. Por consiguiente, el espectador al final, no cree lo observado. ¡Así de fácil!
David Bordwell, desde su posición, ha reflexionado considerablemente sobre el análisis de los films. El observador puede construir un “mundo” concreto, ya sea ficticio o supuestamente real. El observador puede subir a un nivel superior de abstracción y asignar un significado conceptual u “objeto” a la fábula.
Porque una película no necesita ser explicada por el cineasta a su público, las imágenes hablan por si misma, y perdón por el Perogrullo. Respecto a la actuación de Álvaro Rodríguez, destacada.
