miércoles, 18 de agosto de 2010

"Origen" ("Inception")


De algún conferencista en una oportunidad escuche: “La verdad es realidad, la realidad es percepción”. En este contexto se podría hacer una crítica sobre la reciente película de Christopher Nolan, “Inception”. Pero, para intentar a desenredar un poco estos hilos que entretejen una fábula que puedes aceptar o rechazar, creo que debemos empezar por consentir los elementos del género de ciencia ficción.Con toda seguridad este film puede tener todos los calificativos que queramos por su original propuesta audiovisual. Pero si en el psicoanálisis, el inconsciente, es un lugar desconocido para la conciencia, la película es la metáfora del inconsciente estructurado como un lenguaje. Lo anterior lo podemos percibir mediante ese acto litúrgico (en el film todos los que “cruzan” al inconsciente) y lo que involucra el poder de la mente inconsciente, planteado a través de elementos de intriga alrededor de Dom Cobb (Leonardo DiCaprio). Ahora, lo paradójico es intentar ver en la puesta en escena, la existencia de un orden que se sostiene en algo irreal.De todas formas, pienso que no es una película para todo el mundo, pues tiene su grado de complejidad en la lectura de un discurso, irreducible a lo alegórico y a su vez ligado a él. De todas formas Lacan haría una mejor lectura que yo, simple mortal, que amparado por esa escopofilia (desde el cordón umbilical de mi madre, hasta el día de hoy), vivo siempre en ese inconsciente de la imagen: ¡qué no es lo que se ve, es lo que no puede verse!