Este film de Truffaut,
es de aquellos de los cuales se ha escrito tanto, que muy poco hay que añadir,
sin embargo, prefiero señalar que sin lugar a dudas, es una historia contra el
devenir normal de las cosas. Si se quiere ver así de sencillo el asunto del
film, podemos escribir que un niño en medio de las sociedades (de todos los
tiempos), debe ser mirado con más amor.
Ese manejo simbólico de
la libertad (me remito a Antoine), es el factor que nos debe llevar a mirar con
afecto aquellos seres expugnables que igual buscan la autonomía de hacer lo que
quieren. Esa libertad primaria, me remite a
Exupéry en “El Principito” cuando sentencia: “Lo esencial es
invisible” a los ojos.
De eso trata el film
del francés Truffaut: “La esencia invisible de la libertad”, para ser feliz.
Conclusión de una ideología, que va más
allá de la simple lectura de la sociedad francesa de entonces y sobre
todo, de castigar con 400 veces (ver el film o recordar al profesor) ¿para qué?
Gonzalo Restrepo Sánchez
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