domingo, 27 de mayo de 2012

Un lugar donde quedarse (This Must Be the Place)

Creo que Paolo Sorrentino a salido adelante con este film drama o "road movie"caústico, si se quiere ver desde alguna posición moral. Pero desde el sentimiento musical, y con un Sean Penn lúcido en su caracterización y con algún toque de humor por parte del relato.


A lo largo de la historia, nos  vamos encontrando con personajes peculiares. Cheyenne es un personaje que vive su depresión y la exterioriza en gestos de tristeza, en su representación de platicar (¿susurro?). Ya alguien sentenciaba que  “la función de la historia es proporcionar conflicto y presión, para que el personaje muestre a través de sus elecciones, su yo más profundo”

Conclusión: Un lugar donde quedarse germinó como un tipo de biopic de Robert Smith, líder del grupo "The Cure". Consecuencia evidente en la gótica caracterización de Sean Penn, pero la película recapitula la imperecedera música de "Talking Heads", y es que sin futilidades, su antiguo líder del grupo, David Byrne, es el coautor de la banda sonora y también aparece en una secuencia musical filmada para no olvidarla nunca jamás. ¡Y punto!

Cheyenne (Sean Penn) es una antigua estrella de rock retirada, que con 50 años, conserva una imagen gótica y vive de sus derechos de autor en Dublín. La muerte de su padre, con quien no se hablaba le llevará a Nueva York y allí descubre que su padre tenía una obsesión, vengarse de una humillación de la que había sido víctima. Cheyenne decide continuar esa misión y realiza, a su propio ritmo, un vije a través de América.