Shigeru Miyamoto, el Walt Disney de los videojuegos, ha ganado el premio Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades 2012. El creador de Donkey Kong, las sagas de Super Mario Bros y La leyenda de Zelda, es también inventor de las nuevas consolas, como la Wii que, al no tener hilos, revolucionó la forma de interactuar con los videojuegos. No solo porque sacó la máquina de la habitación de los niños y la puso en el salón. También porque abandonamos los mandos con botones y jugamos directamente con el movimiento del cuerpo.
La carrera creativa de Miyamoto (Japón, 1952) ha crecido en paralelo al sector al que pertenece, que ha salido de la nada para crecer de forma exponencial, ocupando enormes masas de ocio en el mundo. El perfil del jugador crece. Antes solo eran adolescentes. Hoy, los jóvenes de ayer, entrados en la cuarentena, siguen jugando. A ellos también se les han unido los mayores. Solo en España esta industria facturó 1.245 millones de euros en 2011, más que el cine y la música juntos.
Cerebro creativo de Nintendo, sigue planteándose su trabajo como un humilde artesano y no como el célebre creador que es para millones de jugadores en el planeta. (EL PAIS DE ESPAÑA)
