En
1986 Tony Scott (Domino) no imaginó que su cinta de acción sobre pilotos: Top
Gun, aderezada de canciones de la época y protagonizada por uno de los actores
de sensación del momento: Tom Cruise, se iba a volver estandarte de los años
ochenta en el cine y un clásico del género de acción. Mucho menos pensaba que
24 años después una secuela vería la luz con el mismo intérprete estelar, pero
rodeado de un nuevo elenco para la generación en curso.