martes, 16 de julio de 2019

Toy Story 4



Esta película aunque está destinada al público infantil, no deja de ser un filme para adultos. El o los mensajes que la cinta deja en torno a la amistad, invitan realmente a una reflexión sobre ello. Y es que si bien los personajes son juguetes, las cualidades de entrega, compromiso y sacrificio observados entre ellos, deja una reflexión generosa a cualquier adulto que la observe. Si “Toy Story 3” utilizaba el espacio de una guardería, para los “debates” sobre la relación entre los personajes, “Toy Story 4” lo hace en una tienda de antigüedades situada cerca de una feria.



La historia arranca escuchándose la letra de la canción “Yo soy tu amigo fiel”.  Y es que cuando John Lasseter realizó su primer “Toy story”, ya involucraba con la canción los sentimientos de jóvenes y no tan jóvenes. Pues bien, esta idea reafirma una vez más de lo que está hecho el juguete Woody —o el personaje que más de uno quisiéramos ser—. Este vaquero llamado Woody evidencia ser el regreso de un personaje héroe a lo Spielberg: una rectitud absoluta y un sentido del deber y de —como escribía al comienzo— la honradez, la pertenencia y generosidad.

En este orden de ideas, la historia cargada de aventuras, su director la engalana con una brillantez sublime. Woody y su relación con Bonnie, su aceptación sin resentimientos y preocupación para que su nuevo juguete preferido: el increíble Forky, sea consecuente de su gran responsabilidad. Aquí por supuesto entran las reflexiones y de las que nadie está ausente.
Hablar de la amistad, desde la figura de la teoría ética de Aristóteles, presume discurrir en cierta forma acerca de la justicia y, por lo tanto, aproxima toda relación entre sus semejantes —en cuyas partes se da algo en común—. En la película verificable entre los juguetes. Empédocles sostiene que la amistad se funda en cierta igualdad, al afirmar que “lo semejante tiende hacia lo semejante”.

Si bien las dos hipótesis opuestas acerca del origen de la amistad —en el sentido de que ésta se da o entre seres semejantes o entre contrarios— generan en “Toy Story 4” lo melodramático en la historia, evocando por supuesto, una posterior diferenciación aristotélica de la amistad entre semejantes y desemejantes. El tratado de la amistad en el cine contemporáneo desde la apariencia de género —queramos o no— supone una nueva representación.

Volviendo al filme y aunque son los sentimientos tan identificables y cinematográficos de Woody los se sitúan en el médula de la película, el rescate del personaje de Bo Peep y su cambio de carácter, es lo que le dan profundidad y sentido a la aventura del vaquero, que explora los dilemas del mundo que se le abre, ofreciendo al mismo tiempo mucho júbilo a los más pequeños y mucho de qué cavilar a los adultos.

Gonzalo Restrepo Sánchez
Visite: www.elcinesinirmaslejos.com.co