Mirando a
la cámara el personaje Tonya nos introduce en el asunto madre de su vida, para
luego en un largo flash back, ir cuarenta años atrás y ver el argumento de un
personaje cargado de los altos y bajos emocionales, acorde a los sentimientos y
maltratos de un esposo y una madre obsesionada. De manera que esta cinta es un Biopic
que narra la historia de la patinadora olímpica, Tonya Harding y se centra en
gran parte en un delicado incidente que le sucedió en 1994.
La película
se basará en las entrevistas mantenidas con Tonya Harding y su ex marido, Jeff
Gillooly, con quien mantuvo un turbulento matrimonio durante tres años (desde
los 19 a los 22 años). De manera que este relato en primera persona, nos adentra
en todo aquello que nos revierte en el esfuerzo y lo que hace a los deportistas, por ejemplo, unos fuera de serie
(sin conocer las realidades verdaderas).
Por otro lado,
este filme cargado de buenas intenciones, refleja que la felicidad no siempre
está al alcance de la mano. Felicidad y éxito no sería el corolario de una
puesta en escena agradable y bien musicalizada y que llega al pathos del
espectador, ya que el personaje de marras (en todas las etapas de su vida), nos
cautiva.
En lo estrictamente
cinematográfico, se plantea un filme a modo de falso documental y sin exagerar las
voces en off, nos enteramos de que a pesar de todo lo que nos ocurra en la
vida, bien valió la pena vivirla.
Gonzalo
Restrepo Sánchez
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