Sin entrar a hablar o cometer spoiler alguno de
la película “Ixcanul”, debo plantear sin rodeos que es la mejor película de la “Sección
Oficial”, del FICCI 55. Y es que si el cine ha de servir para contar algo más
que historias, pues esta cinta guatemalteca toca la fibra de todo latinoamericano
acostumbrado a tanta injusticia.
Y es que este trabajo,
claro eco de una etnografía audiovisual perfecta, habla sin tapujos de “feas
realidades” en nuestro continente. Además el cineasta Jayro Bustamante, se
sirve del idioma nativo de María, una joven maya cakchiquel de 17 años, para
acentuar una lengua que lejos de estar “muerta”, el cine le da vida universal.
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Bien pues por esta
película (que no es un documental, ni falso documental), que no deja de
plantear una denuncia social marcada en Guatemala, y con acento aborigen, nos
invita a pensar que nuestro mayor legado son precisamente ellos. “La mirada
antropológica siempre se ha detenido sobre las imágenes que los hombres crean
como representación o como símbolo del mundo social, natural o sobrenatural en
el que viven”.
Gonzalo Restrepo
Sánchez
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