Cannes, Francia EFE El silencio fue rotundo al finalizar la primera proyección en el Festival de Cannes de Grace de Mónaco , uno de los filmes más esperados de la 67 edición, protagonizado por Nicole Kidman.
Sin embargo, críticos y periodistas se llevaron una mala sorpresa ante una historia que fue calificada como mal construida, ya que se centra en apenas unos meses de la vida de Grace Kelly en Mónaco y resulta pretenciosa; además, agregaron, tiene un planteamiento estético demasiado rebuscado.Tras la polémica durante el proceso de producción de la película con la familia Grimaldi –abiertamente en contra de lo que consideran un filme basado “en referencias históricas erróneas y literarias dudosas”, Grace de Monaco llegó ayer a Cannes rodeada por una enorme expectación.
El cuento de hadas de Olivier Dahan sobre la musa que cambió Hollywood por el amor de un príncipe, ensombreció la apertura del Festival de Cannes con un relato edulcorado que se salva por la interpretación de Kidman. “Hay muchas capas cuando una actriz interpreta a una actriz. Hay muchas similitudes en mi vida y la suya, aunque yo no me casé con un príncipe” , resumió la australiana en una rueda de prensa en la que explicó que no intentó calar a la princesa, sino “buscar su esencia” .
Dahan, quien en el 2007 cautivó con la biografía de la malograda cantante francesa Édith Piaf, La vida en rosa , proyectó un retrato casi propagandístico de Grace Kelly, a quien muestra como actriz atormentada, sacrificada esposa, diplomática y mujer de Estado que rechaza a Hitchcock para servir al Principado y a su familia. Con un guion muy débil, provocó algunas risas durante la proyección.
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