domingo, 9 de febrero de 2014

HER


Cuando el personaje Theodore dice (mirando a cámara): “No podría decirte lo mucho que significas para mí” a una voz femenina de un sistema operativo (¿la conciencia?), bien pronto entenderemos de qué va el asunto. Y es que esta irónica y divertida reflexión de Spike Jonze, sobre la idea de si nos podemos enamorar en un mundo de inteligencia artificial, trae sus puntos de vista bien interesantes.

El ensimismamiento del personaje  y zambullido en las redes sociales y su mundo de “subuso”, nos transita por ese cosmos de la soledad y de la vida interior supuesta de la existencia anodina (a la larga) de quien no quiere saber nada de la realidad real. Un “mito de Sísifo” en el ciberespacio y que ante semejante metáfora, todo nos da  la conclusión de lo irreversible que es la vida. Con o sin alguien a quien amar.

El exceso en apariencia de la voz OFF sobre el rostro y la vida del solitario de Theodore —lo que tiene que escuchar ante la cantidad de mensajes que “le dejan” y sus propias reflexiones—, nos llevan a la deliberación final para quienes preexisten en esa realidad. Y es que transitando por ese mundo, lo que representa el yo ideal, es nuestro cerebro creando un modelo (una imagen multidimensional), que difiere mucho de los patrones o conductas que deberían ser, para unos propósitos, a lo mejor de superación.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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