lunes, 13 de mayo de 2013

TRANCE



A mi juicio el gran problema de esta reciente película de Danny Boyle, es que el espectador, de pronto, no identifica si está (y me refiero al personaje Simon (James McAvoy), que compone la intriga principal) en el presente o en el pasado. Esto puede ser el elemento en contra por mantener una atención, a partir del tercer tercio de la fábula.

De todas formas, este thriller psicológico, toma como punto de partida el robo de un cuadro que no sabe el ladrón dónde lo ha dejado. Si a esto le unimos la acción, el sexo, los saltos de tiempo y  a una hipnoterapeuta (Rosario Dawson) para que entre en el cerebro de joven Simon y hurgue en los recovecos más oscuros de su psique, podemos entrever que es una historia sobre los equilibrios mentales cuando de transgredir mis propias creencias sobre lo bueno o lo malo cuando de desagraviarme se trata.

Nuevo trabajo pues del cineasta Danny Boyle que más allá de mantener lo tradicional en el relato audiovisual para yuxtaponer realidad y fantasía, intenta sin mucho éxito relatarnos una intriga que bien pudo ser lineal. Pero, cuando de ignorar las reglas se trata, ahí está Boyle.

Gonzalo Restrepo Sánchez
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