Este primer trabajo si es un regular film por todo lo predecible en su guión. Algo escrito a la ligera (esa es la percepción), resulta muy aleccionador y su denuncia sirve para plantear una vez más el problema de la trata de blancas, y el de chicas que viajan a España en busca de mejoras oportunidades, pero se encuentran de pronto en ese infierno de la prostitución.
De manera que ante situación, Evelyn González (un personaje muy universal) nos deja ver cosas de nuestra realidad real. De todas formas la directora del film Isabel de Ocampo, no se complica mucho en señalar con la cámara a los culpables. Trata simplemente de contar una historia y, sin mucha pregnancia en escenas que lo ameritan, plantea una denuncia, y que valga la reiteración. Además, la cineasta ya en su anterior trabajo en corto metraje, planteaba dicho tema que le mereció un Goya.
Gonzalo Restrepo sánchez
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