AMOUR

Acerca de esta película de Michael Haneke se puede escribir mucho o se puede  escribir poco, en el sentido de la claridad ideológica del film. Y es que esta película de ancianos caracterizados por actores ya ancianos como Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva, y de escasos primeros planos en su relato, habla sin tapujos acerca de la vejez y la muerte.

Sobre la puesta en escena para este tipo de tramas, también los silencios (no como ausencia de ruidos) juegan un papel importante para hablarnos de como la soledad transforma los espacios dándole eco a todo menos a la vida:Miradas sin hablar, cuerpos inmóviles contemplando "nada", etc.

Así que la rabia que da no es la muerte, si no de tener que morir. De todas formas en este tipo de historias en el cine (y en la literatura), los ejemplos abundan ("La vieja de atrás", de Pablo José Mesa). Pero si me gustaría trae a colación uno de los libros favoritos de Gabriel García Márquez: "Mientras agonizo", de William Faulkner y el siguiente texto que resume mis elogios para esta obra maestra de Haneke. "Entonces solo recordaba que mi padre decía, que el sentido de la vida era prepararse para estar muerto mucho tiempo".

Gonzalo Restrepo Sánchez
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