“Argo” es un thriller
político inteligente relatado con una fluida cámara, para poner los puntos
sobre las íes sobre los pormenores de un operación de los Estados Unidos
(digamos la CIA y el gobierno canadiense) en Teherán para rescatar a unos
norteamericanos.
Con un plan de intriga
desde el comienzo hasta el final, el interés de la historia nunca decae. Se
observa pues con base en lo anterior, que el guión es casi perfecto y que más
que un estilo en esta condición de géneros, el film decanta su maestría en que
gradúa todos interrogantes de tipo dramático en perfecto timing para la
atención del espectador.
La recreación de la
época también forma parte de este película, que por momentos nos remite a ese
cine de los años setentas con aromas de mujer a lo Jill Clayburg, o Casavettes.
Y esto puede ser válido en la medida en que los conceptos comerciales del
Hollywood de hoy día no están involucrados en un film que arranca en los años
setentas.
Gonzalo Restrepo
Sánchez