sábado, 14 de julio de 2012

UN MÉTODO PELIGROSO





Un estreno interesante que recomiendo es el film de Cronenberg “Un método peligroso”. Freud quien murió de cáncer del paladar, alguna vez sentenció: "El hombre se aproxima con su obra a la gratificación de sus deseos". En este contexto, el cineasta David Cronenberg se aproxima a una de sus obras cinematográficas más estimables desde el punto de vista de revelar sus propias intimidades. Y esto lo digo, porque el cineasta se aleja de su propio cine (“Promesas del Este”, “Cosmopolis”, que se proyectó en reciente festival de Cannes), sin ningún tipo de tapujo metáfisico.
Y es que cuando escuchamos en el film la remembranza del poema de Lenonthof, sobre aquel prisionero que logra su felicidad cuando libera al ave de su jaula, Cronenberg medita y deja al espectador, de pronto, esa felicidad de saber que habla sin ser interrumpido sobre lo que él cree sobre la felicidad para un cineasta: ser confidente de algún secreto a imágenes, sin especulación, pero con fascinación.
Para ello explora el psicoanálisis entre el padre del mismo, Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y su mentor, el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), amén de Sabina Spielrein (Keira Knightley) —que de paso podemos hablar de sus respectivas actuaciones como excelentes—. Tres actores pues para estos personajes, quienes con unos diálogos cuidadosos, nos recrimina, reprende y censura aun en la pantalla: ¿cómo perderse uno mismo en el otro? Pues si en la relación cine-espectador, algo parecido se pregunta, piense que igual para quien uno desee de todo ser humano a tu alrededor.
Film pues austero y didáctico y como digo, para mentes adultas, y que los seguidores de este cineasta, tendrán un nuevo punto de reencuentro cinéfilo, que intenta ir al fondo de los orígenes de la pasión, sin la demencia de  un Polanski, el ímpetu anímico de Bergman o la inmersión en los abismos de David Lynch.