Con un tono un poco folletinesco, el cineasta Florian Gallenberger nos plantea una historia de amor de niños que ¿llega hasta el final? En este contexto los caminos de estos chicos llamados Masha y Ravi se alejan y se juntan para plantear una buena historia, llena de ese aire indio al cine de los nobles sentimientos en medio de una pobreza y la oscuridad que cubre al sector pobre, para luego levantarse como sombra del tiempo.
En la película existe una clara reminiscencia y cotejo a Dickens, si se quiere ver así. Y es que el escritor, fue un sagaz observador y protagonista del entorno de su tiempo. Un cronista de la miseria, la orfandad y las condiciones pésimas laborares (y que tuvo que vivir él mismo desde pequeño). Y es que Gallenberger al igual que el escritor, resultan ser portadores y voz de los cambios de sus respectivos tiempos.
