Bien podríamos titular
este filme como el reencuentro de los viejos amigos. Ahí permanecen todos
aquellos quienes en un momento provocaron nuestra angustia o nuestro suspiro (Leia
Organa, Han Solo, Chewbacca, R2-D2 y C-3PO). Excelente película que tras
observar los créditos finales, se lee entre los guionistas a Lawrence Kasdan.
Y esto lo traigo a
colación por la excelente estructura y personajes del guión. En este sentido,
vale la pena precisar que tras observar un filme, o buscamos el personaje a través de la historia o la historia a
través del personaje. Es una obviedad, pero lo que realmente importa en una
historia, es el personaje (o los personajes) que la pueblan.
Y si buscamos a los
personajes como Leia y Han, encontramos una doctrina que pretende expresarse a través
de los buenos. Pero igualmente creo que en el fondo, el filme trata de aquellas
malas intenciones que casi nunca se salen con las suyas. Para ello, los
guionistas introducen el concepto de héroes intergalácticos que solo procuran
servir y estar al tanto de sus seres queridos (o amigos), y casi al riesgo de
perecer ante “los malos del paseo”, a quienes deben enfrentar.
No solo este filme
trata sobre “el despertar de la fuerza” que se necesita para no sucumbir ante
lo malo, ante aquello que nos resta felicidad
(un tema a un pendiente en esta saga). De pronto este filme se parece a
las reflexiones de Montaigne en sus “Ensayos”. Pero sobre todo uno: del ser
universal. En sus ensayos (y en el filme por supuesto), cabe la reflexión sobre
la moral, la tristeza y la amistad.
Gonzalo Restrepo
Sánchez
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