Sin metáforas, el mensaje es la ausencia de egoísmo en una vida llena de conciencia sobre lo efímero de nuestra existencia. En este contexto, el discurso audiovisual es franco y directo, como también debe serlo quienes están a nuestro alrededor. Excelente filme, ya que sin la retórica del drama y sus clichés, nos muestra a la larga a ser valientes en una escena de la vida nada agradable.
Sinceramente desde "Los chicos nunca lloran", la actriz Swank no ha realizado un filme que no se pueda recomendar. Da la impresión que cuida muy bien sus proyectos a realizar. Y eso está bien, pues la filmografía de esta actriz, está más llena de aciertos que de errores.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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