Este es quizá el mejor trabajo actoral que le he visto a Duvall en su etapa adulta. Sinceramente creo que debe ganar el "Oscar" este año. Pues en este filme se come la pantalla. Me quito el sombrero señor Duvall, pues será una película eterna en su filmografía.
Bueno, pasando a la cinta, debo de confesar que la parte final, me evocó sin duda alguna, a "En el estanque dorado", la obra de Lillian Hellman llevada al cine. Ambas historias nos habla de la vejez y la cercanía de la muerte. En este trabajo, podemos añadir que también plantea la relación entre un padre y su hijo. Un amor cargado con la esencia de la madurez.
Así que "On golden pond" y "The Judge" se dan la mano en este sentido. Y es que como alguna vez escuché, huimos de la muerte aproximándonos hacia ella. Desde el punto de vista estrictamente cinematográfico, pienso que la cinta de Dobkin se excede en las escenas de transición. ¡Ah! Para contemplar la luz del spilberiano Kamisnzky. Por lo demás un filme casi perfecto, que nos dice, que de nada vale ser juez en este mundo, cuando el juez de la muerte, nos castiga quitándonos la vida. ahora, ¿vale la pena perpetuar un error hasta la eternidad?
Gonzalo Restrepo Sánchez
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