“En el séptimo cielo”, trata de una historia de amor
pasional en tiempos de vejez, aunque una mujer de sesenta años no sea vieja. Y
es que las escenas de sexo entre Inge (Ursula Werner) y Karl (Horst
Westphal) a pesar de sus cuerpos ya
entrados en edad, resultan diferentes, son más brillantes, evocan la pasión de los dos protagonistas. El
amor y la ternura que han encontrado el uno para el otro, no les da vergüenza.
El cineasta alemán Andreas Dresen logra pues un resultado de categoría en su
tratamiento visual, y con un ritmo lento y largos silencios (los de la vejez),
nos impregna de muchas verdades. Una: La rutinaria existencia de muchos seres
humanos en pareja.
¿Qué es lo que tiene de especial esta película? Que no tiene pretensiones.
Es una historia de amor como muchas otras: la pareja en el affair que no se
declara el amor, que desean mantener una relación en “el mundo exterior”
manteniendo la barrera entre sus vidas privadas y, que sin el cansancio físico
de un amor no falsificado, no renuncian a volver a amarse sin sentimiento de
culpa, aunque sí con cierta conmiseración de Inge a su anciano esposo Werner
(Horst Rehberg). Hay que decir que la protagonista, Ursula Werner, está
magistral en su papel.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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