Con una buena
estructura de guión, esta farsa luce a veces altanera, a ratos divertida, pero
de todas formas es una comedia negra que habla del “Mobbing” en las empresas y
que “no hay dios” que piense en eliminar a su jefe. Interesante propuesta desde
la perspectiva de lo que debería ser una empresa inteligente.
O señalar cómo construir mejor el entorno del
trabajo, lleno de todas las cosas buenas y malas que giran alrededor de un
subalterno, que cuando llega a jefe, tiene la prueba madre (él mismo), de todos
los momentos en que “todo el mundo” lo quiso eliminar. Al margen de esta
lectura, el entramado de la historia es bueno y a veces soltamos una carcajada.
Gonzalo Restrepo Sánchez