sábado, 1 de septiembre de 2012

MAGNÍFICA PRESENZA


La historia de este bello film de Berzan Ospetek, que habla de interpretarse uno así mismo, visto a través, o entre un actor real y otros fantasmas, para corregir la realidad y hablar de las inquietudes de la vida “fantasmal”, que no es otra cosa, que el discurrir por una vida que hay que adorar y perseguirla aun después de muerto.

Este es el análisis textual de un film, bello por su impasibilidad, con ritmo y tempo de un cineasta, para hablarnos en clave de comedia (¿es la vida una comedia ligera?), que no vale sorprendernos de nada ni de nadie. Entonces, todo se nos plantea a través de una puesta en escena sobria, que transmite los sentimientos más hondos, donde hablamos con nuestro yo más profundo de muchas cosas y de nada (“con la gentileza de los escondidos”, frase escuchada en el film). Y es que la mentira puede ser a veces convincente, pero la verdad, aún lo es más.

Con base en lo anterior, el protagonista de la historia, es un actor joven homosexual llamado Petro, que en busca de sus deseos y de su felicidad, vemos como la magia de su entorno, por no decir fantasmagórica, aprende que no se puede levantar falsos testimonios sobre la vida, sobre todo lo que se ve, pues nada es verdad, nada es mentira, “todo depende del lado del cristal con que se mira”.
Gonzalo Restrepo Sánchez