lunes, 2 de abril de 2012

Un été brûlant

Si bien la historia con unos diálogos existenciales, al comienzo parece ser el tema del cine dentro del cine; de repente, nos encontramos (en un tono un tanto acartonado) ante la condición humana, visto a través de un lozano pintor y su “objeto del deseo”.Algo nada extraño en un artista, y joven.



La historia pues sin sobresalto alguno, dibuja entonces las interioridades y nos pone al tanto sobre lo que nos invita a reflexionar ante la amistad, el amor y la ausencia de excesos, cuando uno es el director de su propio “film”, digo “la vida”. Punto aparte Angele (Mónica Bellucci), un personaje sincero que pone su encanto no al servicio de los entresijos del amor, si no de aquel que se siente siempre libre.