Película soporífera que nos introduce en la vida interior del cantante Collins, que en un momento de su vida (sola, sin nada interesante que pase a su favor), decide tras una carta del cantante John Lennon, cambiar de actitud. En este sentido la película refleja que lo que importa a la larga en la vida es la familia.
Refleja que los intereses personales deben tender a la familia y nunca es tarde para ello. Respecto a Pacino da vida a un personaje y nos involucra en sus sentimientos. Pero nada más, la historia carece del pulso dramático. Aunque la historia está basada en un hecho real, siempre para el cine hay que forzar los resortes que nos levanten el ánimo a seguir viendo filme.
Muy poco pues que rescatar de este fallido filme, Aclarar eso sí que Danny nunca existió, pero sí el personaje que representa (Steve Tilston, que aparece al final de la cinta). La sensación que queda de esta historia es que músicos que fueron estrellas, hoy se nutren el alma de viejos éxitos (por eso es que cada concierto es lo mismo).¡Qué no nos ocurra lo que al personaje en el sentido de llegar un poco tarde a la familia! Disfrutarla es lo mejor que nos puede pasar.
Gonzalo Restrepo Sánchez
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