Para esta Seminci 2016 se presenta un filme brasilero (ya presentado en Cannes este año) donde Sonia Braga es protagonista y su director es Kleber Mendoza Filho. Una fábula donde primero cabe rescatar la presencia de Sonia Braga en un papel que no la desmerece (ya se le notan los años) y que aun conserva fresca toda su carga sensual y es que el personaje lo tiene. Además un diálogos sinceros que hablan de la lealtad (la de sus seres queridos)
De todas formas el filme plantea que el progreso en el espacio citadino es importante, pero que la presencia del ser humano no debe desmerecer nada para lograr imponer nuevas normas de heterotopías y la especulación inmobiliaria que de pronto claudican ante seres como Clara (una metáfora del vivir anclado en un pasado con los recuerdos más bellos como el sexo y la música).
Contada en tres capítulos estamos ante una historia real de la vida, y que sirve para dejar en claro que la vida bien vale la pena vivirla a pesar de todos los sinsabores. Que solo se vive una vez y que "la música es como el rostro de una mujer al que hay que adorar". Sonia siempre te querremos.
Bien por este filme de habla hispana que arranca bien su estreno en en Seminci. Excelente pelìcula que debió ganar (según los entendidos) este año en Venencia. De todas formas una película que nos habla que entre la realidad y la ficción, nada. Todo es ficción o todo es realidad según se vaya en el paseo.
El elenco de la pelìcula y su director. Foto: Gonzalo Restrepo
Con unos diálogos acorde al personaje y a la situación por èl vivida, estamos ante el gran suceso de latinoamerica este año. Historia que deja dos mensajes inocultables. Y tal como lo dice el escritor:"Mis libros se escriben cuando ellos quieran" y por supuesto, nadie es profeta en su tierra.
Historia altamente recomendada, donde el protagonista sin cinismo alguno, describe bien su "aldea global" (la de muchos pueblos de Amèrica Latina). Dividida en un prologo y cinco capítulos, vemos entonces la vida de un escritor pueblerino (y no es peyorativo) que al final acepta que su pueblo es eso: Un infierno grande. Hasta ahora el mejor filme de habla hispana en la "Secciòn Oficial" de esta Seminci.
¿Qué imágenes de todo el cine que hemos visto perdura aun en
nuestras mentes como cinéfilos?. Pues cada espectador tendrá la suya propia sin
lugar a dudas. Yo tengo varias, pero a la hora de escoger, de pronto no vacilo.
No he visto en la historia del cine americano, una mirada más
sincera como la de Ilse a Rick en aquella noche en el bar, en un reencuentro
forzado por el destino. Sobre todo aquella, después que Ilse escucha "As
time goes by" y aparece Rick, con un recuerdo que no deseaba perpetuar:
tropezar con el hermoso rostro de la mujer que lo amó.
Y es que si la historia habla de la amistad,
también habla (como alguna vez sentenció Borges) del olvido lleno de recuerdos
y que nos deja además plantados. Pero no importa, de miradas está llena nuestra
vida. Y con toda seguridad, siempre sobresale aquella que tropezó con la
nuestra, en la más brillante y a la vez inoportuna de las ocasiones. Y si
siempre recordamos el final como una relación de reciprocidades (y que valga la
tautología), también concluiremos que "es el inicio de una buena
amistad". ¿A qué sí, amigo lector?
“Los siete magníficos”
es un buen filme (en el sentido de entretener) aunque podemos decir que en su
primer tercio luce un poco lento. No obstante tiene todos los ingredientes del
género para saber quién saldrá bien o mal librado. Los héroes siempre se salen
con la suya, y dejan una estela al final de tranquilidad.
No es cuestión de analizar
cuál de los dos anteriores filmes en los que se basa esta cinta es mejor. Los “remakes”
siempre tienen sus pros y sus contras. En esta oportunidad tiene la ventaja de
estar rodeada de unos buenos actores y un guion en la medida precisa de su
propio timing cinematográfico, que bordea lo verosímil aunque sean siete contra
el resto del mundo.
Historia pues que
abarca sobre justos e injustos. En este sentido al final la balanza todos la
intuyen y es que para ser vengadores y culpar a los malos, siempre hay alguien
en los viejos pueblos del Far West norteamericano que nos recuerda a otros
personajes ya enmarcados en el género.
De repente un filme
para pronto olvidar, y es que el cine es difícil de explicar porque es fácil de
entender.
“Mi amor” (“Mon roi”)
es una película que habla sobre el amor y la relación en parejas casadas. En
este sentido el cine en más de una ocasión ha tomado el tema y lo ha hecho con
tan buen acierto, ya que siempre deja una lección sobre todos esos temas
relacionados con la vida en pareja.
En este filme francés,
y la excelente actuación de la actriz Emmanuelle Bercot nos da la posibilidad de
observar que el amor es algo bien frágil cuando de hablar sobre proyectos
comunes se trata. De manera que a modo de presente y flash back la trama nunca
cansa, y nos da la opción de vernos a nosotros mismos sin que nadie nos
observe.
No es cuestión de
plantearse si el amor falla o no. De pronto, nosotros que buscamos en el otro
lo que es difícil de hallar si se intenta ir más allá de las intenciones primeras,
nos resulta (a veces) sorpresivo de que las expectativas estén por cumplirse;
evitando así posiciones sofocantes y destructivas A veces es bueno estar solo y
preguntarse lo que realmente vale del amor. Y es que el amor es así (a veces
sí, a veces no). Moraleja: Evitemos la relaciones tóxicas.
MADRID, 24 sep (Xinhua) -- La cinta china "Yo no soy Madame Bovary", del director Feng Xiaogang, ganó hoy el premio Concha de Oro a la Mejor Película en la 64 edición del Festival de Cine Internacional de San Sebastián, España.
Feng es un reconocido director chino con más de una veintena de galardones, entre ellos una mención especial en Venecia por "Ye yan" ("El Banquete", 2006), sin embargo en esta ocasión acude por primera vez al Festival de Cine Internacional de San Sebastián.
Por su parte, el cineasta surcoreano Hong Sang-soo obtuvo la Concha de Plata al Mejor Director por su filme "'Yourself and yours" ("Lo tuyo y tu"), una película intimista fiel al estilo del autor de otras cintas como "Ahora sí, antes no" (2015) o "En otro país" (2012), que hace una severa autocrítica dirigida al gremio de los intelectuales.
La china Fan Bingbing, de 35 años, protagonista de la película "Yo no soy Madame Bovary", recibió la Concha de Plata a la Mejor Actriz.
Al recoger el premio, Fan admitió estar bastante nerviosa.
"Es un sueño hecho realidad", dijo la actriz china al recordar que el día de su cumpleaños, en la jornada de inauguración del festival, pidió expresamente el deseo de ganar la Concha de Plata.
En cuanto al mejor actor, la Concha de Plata recayó en el español Eduard Fernández por la película española "El hombre de las mil caras", quien agradeció muy emocionado el reconocimiento.
En esta edición el premio especial del Jurado se otorgó por igual a la película sueca "El gigante" y a la argentina "El invierno".
El filme chileno "Rara", ópera prima de la realizadora Pepa San Martín, logró el Premio Horizontes Latinos y el Sebastiane que premia a la mejor película LGTB (lésbico-gay-transexual y bisexual) del festival, una cinta que propone una reflexión sobre la discriminación sexual en la sociedad por los prejuicios heredados, destacó el jurado.
El jurado de Horizontes Latinos concedió una mención especial a la película ecuatoriana "Alba", de Ana Cristina Barragán, que narra la historia de una pequeña de 11 años que vive una difícil situación familiar "por el viaje especial que hace hacia la infancia".
El cine latinoamericano estuvo ampliamente representado con 13 películas de Chile, Argentina, México, Ecuador, Venezuela, Brasil y Bolivia y todas competían en la sección dedicada exclusivamente a la cinematografía latina del Festival de Cine de San Sebastián.
Por último, en esta edición del Festival el Premio Donostia recayó en los actores estadounidenses Ethan Hawke y Sigourney Weaver, quienes presentaron "Los siete magníficos" y "Un monstruo viene a verme", respectivamente, en medio de una gran expectación.
Clint Eastwood se salió
con la suya una vez más a llevar a cabo este proyecto, donde se evidencia la
maestría del guion y un Tom Hanks inigualable. Si bien a través de las noticias
todo el mundo se enteró de este suceso, la película arranca desde el primer
momento con toda la sensación de enterarme por primera vez del asunto.
La hazaña cometida por
el piloto estadounidense Chesley Sullenberger cuando, en 2009, aterrizó el
avión que piloteaba sobre el río Hudson, salvando la vida de 155 personas. Es narrada
con cámara firme y ante semejante suceso, el guion siempre hurga los recónditos
deseos de todo ser humano. Bien pues por este filme donde el elemento sorpresa
permanece intacto en el sentido de no dar más allá (y menos) y a un espectador
lleno de interés.
Desde su película “El
gran Torino” el cineasta maneja unos códigos y el concepto del héroe sin sobre
ponerlo a angustias existenciales. En este sentido la película funciona. Film (entre el documental y la ficción) del que hay que hablar poco para no cometer spoilers, pero es altamente recomendable.
