sábado, 19 de septiembre de 2020

Greta siempre Garbo (para volver a ver en tiempos de pandemia) Filme: Ana Cristina


Familia pobre. Padre, madre, dos hermanos… Padre que se muere cuando Greta apenas ha cumplido 14 años. Bellísimo, perfecto, desde la frente hasta los pies, metro setenta y uno que bien pudo esculpir Miguel Ángel… Pero papá Gustafsson no ha dejado media corona en el cofre, de modo que Greta abandona la escuela, se emplea como ayudante de un barbero —sí, la chica del jabón—, y más tarde en unos grandes almacenes de la capital: Pub, cuyo dueño la elige para una campaña publicitaria.

La fecha exacta fue el 12 de febrero de 1930. El lugar, la sala de cine Capitol Theatre de Los Ángeles. El grito corrió por cuenta de los espectadores que habían ido a ver el film Anna Christie (basado en la pieza teatral homónima de Eugene O’Neill, donde por primera vez Greta Garbo -La Divina, la Esfinge- le había puesto voz a su increíble belleza. Las catorce palabras que salieron de su boca quizás no estén entre las 100 mejores frases del cine -según el criterio del American Film Institute-, pero son inmortales: “—Give me a whisky. Ginger ale on the side. And don’t be stingy, baby”. (Dame un whisky con ginger ale y no seas tacaño, cariño). Fuente: infobae.com