Esta película argentina que pasó por FICCI 59 (con más
pena que gloria, siendo un excelente filme) y si bien es un tema ya recurrente
en el cine de adolescentes sobre el descubrimiento de su sexualidad, en esta
oportunidad el cineasta Diego Lublinsky recurre al uso de imágenes retro
proyectadas a modo de escenografía, creando imágenes poco naturales del
escenario y de un guion que prioriza el desarrollo de personajes y la farsa.
Pedro es un adolescente en busca de su primera novia
que parece fascinado con Agustina, una compañera de escuela recién llegada al
pueblo. Con esta premisa, la película divierte es buena y deja en diáfano
mensaje los temas del amor en medio de anécdotas, temores y consejos. En este
sentido, No hay mucho por descubrir, pues los personajes son claros en sus intenciones.
Ambienta en un pueblo imaginario llamado Resignación,
todo parece calmado para hablar sobre el idealismo. Y es que la generosidad
cuando el amor entre jóvenes adolescentes se vive con la curiosidad, la turbación,
la expectación y el afecto que genera la seducción entre los personajes
protagonistas, da una visión edulcorada de eso que todos hemos tenido como
vivencias personales.
Gonzalo Restrepo Sánchez
Visite: www.elcinesinirmaslejos.com.co